Friday 24 July 2009

Algunas consideraciones sobre el FIB 2009

Se acabó el FIB más polémico e interrogado de cuantos se conocen, sin lugar a dudas el FIB menos FIB.

Lo cierto es que esta edición empezaba ya con muchas dudas que yo como asistente habitual desechaba dado que si por algo se caracterizaba el festival era por su excelente previsión y organización. Nada más lejos de la realidad, estos cuatro días han dado la razón a los más críticos.

El FIB ha cambiado, y mucho. Lo que pasa es que es un cambio que nos han ido metiendo con calzador, poco a poco sin que se note desde aquella mítica edición de 2006, en mi opinión el último 100% FIB.

El cartel: no es una cuestión de opinión sino una realidad; de lo más flojo de las ya quince ediciones, creo que solamente superado por el FIB 2008 donde sólo estaba Leonard Cohen y de milagro porque llegó a caerse del cartel. El de 2007 también pujó fuerte por erigirse como el más pobre, pero tenía una clase media francamente buena.

Esta claro que Maraworld tiene un nuevo plan para hacer frente a la nueva situación de competencia y consiste básicamente en perder algo de estilo y abrirse a nuevos públicos. Tanto lo primero como lo segundo vienen un poco de la mano y es que jamás vi tan poca idea sobre lo que se programaba entre los residentes en campFib, camping oficial del recinto.

¿Se acuerdan de lo que contábamos sobre los madrileños y la gente en el camping en slots de cabezas de cartel? Este año a millones. Contratar a grupos que se debaten entre la independencia y Los 40 Principales es una buena opción para abrirse camino a otro tipo de público sin dar demasiado el cante, lo cual no es ilegal, pero te hace perder identidad, sin duda. Este año fueron The Killers pero veréis lo poco que tardan en caer Coldplay y Vetusta Morla.

Otro hándicap importante (para los que pagamos) fue el hecho de hacerlo demasiado pronto. No nos engañemos, en Maraworld tampoco han ido de gañanes, pero han sacado tajada del sold out todo lo que han podido, y es por eso que este año había menos grupos que nunca y por lo que a última hora se cancelaron contrataciones ya prácticamente cerradas. A saber (rumorología de buena fuente), la organización tuvo a tiro a Van Morrison, Nick Cave, Keane, M. Ward, Brian Wilson, Peter Bjorn and John, dejó escapar a Neil Young… casi nada. Sí es cierto que Fleet Foxes y Animal Collective tuvieron ofertas sobre la mesa que nunca aceptaron.

Con la cabeza de cartel no quisieron pillarse los dedos y fueron a lo que tenía nombre y a la vez aseguraba venta de abonos, a pesar de que sólo The Killers no repetían en el festival y que todos, absolutamente todos habían tocado recientemente en nuestro país.

Oasis hicieron el ganso, Kings of Leon ni tocaron, The Killers cumplieron pero hay algunos que nunca fallan, y es que ir con Franz Ferdinand es apostar a caballo ganador. En mi opinión, junto a Los Coronas, Delorean y We Are Standard, lo mejor del festival.

Horarios: el FIB jugó en esto a algo a lo que no sabía jugar y acabó perdiendo. Y es que sólo hay una cosa más inaceptable que el tener que pagar por unos horarios cuando llevas un abono de 180 EUR, y es que encima esos horarios no valgan. La organización tenía que haber tenido el detalle de regalarlos una vez que medio día completo se suspendió, medio cartel enfermó y el unas cuantas bandas tocaron en día, hora y algunos incluso escenario, que no les correspondía. Parecía el FIB Ryanair 2009.

Camping: por todos es sabido que nunca destacaron por su comodidad, algo que yo creo que va unido al propio concepto de camping, pero este año fue aún peor. Respecto al antiguo BonetBenicamp) no tengo palabras, aún no lo he pisado y espero no tener que hacerlo nunca, pero en CampFIB (antes CamFIB) tengo un máster. Como punto positivo destacar que cada vez las zonas de acampada están mejor dotadas de todo, desde bebida y comida hasta accesorios de camping pasando por esos zumos resucita-muertos que dado su precio también podrían resucitar la economía del país. Pero lo de la zona “nueva” de CampFIB no tiene nombre. No tiene hierba sino tierra y piedras, no está cubierto del Sol, creo que tan sólo tiene una hilera de duchas… hay que currárselo más. Tampoco ayuda mucho a la cartelería de la organización animando a respetar el sueño de los campistas el que ellos mismos introduzcan camiones limpia-baños a las 7 de la mañana. (ahora

Fiber: era uno de esos detalles que diferenciaban al FIB del resto, que lo hacían más festival. Como este año la cosa iba por otro camino se decidió eliminarlo, y lo echamos de menos, vamos que si lo echamos de menos. Pero no sólo los asistentes sino la propia organización. Ante tanto cambio de días, horarios y altas y bajas en el cartel, Maraworld volvió a pecar de falta de información en tiempo y forma dedicándose a colgar dos carteles a rotulador en la puerta del recinto y en los campings. ¿No habría sido Fiber la manera idónea de publicitar cambios? Al igual que usan tu email para informarte de incorporaciones y darte las gracias por asistir, ¿por qué no utilizarlo para tenerte al día de todos los cambios durante el transcurso del festival?, ¿por qué no utilizar tu teléfono móvil mediante SMS como hacen ya muchísimas empresas?. La falta de información no vino sólo dada por su ausencia sino por la existencia de una cantidad increíble de rumores sin base alguna.

Bajas: de sobra conocido que no dependen del festival, pero tiene que haber alguna manera de desincentivarlas. Muy a última hora se cayeron Foals y Lily Allen (yo llegué incluso a ver su escenario montado), dos bandas de la reducida nómina de grupos interesantes por ver. De Lily Allen informaron, de Foals me enteré sencillamente porque fui a verles y no aparecieron (e igual con Pete Doherty al cambiar su hora), sobran las palabras. Esto no es nuevo, recuerdo lo mismo con Klaxons en el 2007, y es la mezcla del hecho con la desinformación lo que provoca escozor.

Récord de asistencia: y de incomodidad. Fue demasiado. El recinto estaba impracticable, el Escenario Verde requería horas de antelación para pillar sitio decente (en mi opinión una de las virtudes del FIB era precisamente que ocurría lo contrario) y había que coger turno en los campings para darse una ducha. El aumento en asistentes fue mucho mayor que el de superficie, todo un error que no cometía antes y que precisamente le hacía mucho más atractivo que eventos como Glastonbury y/o Roskilde.

Precios: más de lo mismo, la eterna queja. Las pizzas van ya por 10 EUR y los minis de cerveza por 7.5

Cajeros: el recinto ha crecido y necesita de un buen sistema de cajeros automáticos. Tres cajeros para 200.000 personas saben a poco.

Puntos de luz: para todo, todo aquello que precise electricidad, incluida la carga de móviles. Si sólo CampFIB tenía una población de 20.000 campistas y apenas llegaba a las 20 tomas de corriente… malo.

Detalles: pequeños detalles que hacen notar el cambio. El festival contó con mucha menos presencia en el pueblo, ya fuera a modo de carpa de información como de aquellas muy útiles motos oficiales que deambulaban por la ciudad y te resolvían cualquier duda que tuvieras. El recinto fue en sí mucho más panderetero, mucho menos cuidado en detalles (sobre todo en el hall de entrada y en elementos de video), tenía menos paneles informativos que nunca, estaba completamente lleno de humo de fritanga del espectacular aumento de oferta de hostelería que hubo… ¡El FIB siempre tuvo un recinto increíble! Este año la carpa Mustang era también la POP, cuando antes eran dos bien diferenciadas… ¿ahorro? Me han contado por ahí que nadie quiso esponsorizarla.

Parking: insuficiente a todas luces. Ya empezó a serlo hace dos años cuando el número de asistentes era infinitamente inferior al actual. Creo que no se amplió el parking en ni una sola plaza.

Solapaciones: escandalosas. Es curioso, recuerdo carteles con muchísimas más bandas en total y muchísimos más grupos que no perderse en las que no se solapaba prácticamente nadie. No sé qué harían este año… La cancelación y las bajas ayudaron aún menos.

Visto lo visto no cabe duda de que el FIB ha decidido cambiar en busca de otro camino. No es criticable en absoluto, de hecho puede que sea la única manera de sobrevivir a una nueva realidad en el negocio, pero creo que este año se llegó demasiado lejos en según qué detalles. Todo fue muy diferente, desde la presencia en backstage, antes frecuentado por diseñadores de moda y artistas en el que en esta edición me cuentan que se dejó ver medio plantel de Sin tetas no hay paraíso y Jonathan de Aída, hasta el mismo blog y videoblog de Manu Lechón para Heineken, infinitamente más pobre que el que antaño llevaba a cabo Johann Wald.

No es en absoluto mi intención criticar destructivamente; el FIB es ya un festival menos exclusivo, mucho más de masas, pero del que debemos sentirnos muy orgullosos.



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